Día 7

Hoy se cumple la primera semana de esta nueva situación, un reto sin lugar a dudas, teniendo en cuenta que estaremos así, mínimo cinco semanas.

Hoy comenzó una temporada de frío que no me esperaba, con temperaturas mínimas que llegarán a 7 grados bajo cero, pero con un cielo azul sin una sola nube. Sobre la mitad de la tarde sube un poco la temperatura y eso permite salir un rato y tomar el sol que tanta falta nos hace.

Ayer en la noche se decretó el toque de queda obligatorio en toda Colombia durante los próximos quince días, que me genera tranquilidad y preocupación a partes iguales, pues afortunadamente se están tomando medidas para evitar una crisis sanitaria pero por otro lado, hay muchas personas que dependen del día a día para vivir. Mi papá estará en una situación difícil, pues no está claro que empresa puede trabajar y cuál no. Quince días es mucho, en caso de que no pueda funcionar la fábrica.

También hoy hubo noticias desde Italia, en donde hay 800 muertos al día, con crematorios al tope de su capacidad, una situación espeluznante que ha generado que el gobierno cierre totalmente las empresas, dejando sólo farmacias y supermercados abiertos. La situación se salió de las manos.

España abrió la feria de Madrid acondicionandola como hospital. Las UCI están al máximo de su capacidad en algunos hospitales y se teme que a mitad de semana ya hayan colapsado, es decir que no puedan atender a todos los que lo necesiten sino al que tenga más posibilidades de vivir, parece una película… De terror!

USA tiene un boom de crecimiento de casos, doblando los contagiados cada día. En Nueva York tienen ya las mismas restricciones que en Alemania. La prima de esposo, que trabaja como enfermera de la UCI allá, dice que se están acabando los medios de protección personal como mascarillas y guantes. El personal sanitario clama al mundo que se queden en casa.

Parece que en este panorama negro no hubiese nada bueno, hasta que veo videos de pavos reales por las calles de Madrid, venados por este pueblo, aguas cristalinas en Venecia, jabalíes en las ciudades. La naturaleza se recupera, el mundo tiene un alivio, cuando la plaga humana deja respirar al planeta.