Para que la cuarentena sea más llevadera, hemos decidido hacer paseos en bici todos los días, no sólo para hacer deporte y tomar aire, sino para hacer algo en familia divertido y que donde los cuatro podamos participar.
En el paseo de hoy hubo algo que nos sorprendió bastante y fue ver por varias calles muchos mensajes de niños y niñas, escritos con tizas de colores sobre el pavimento. Allí no sólo se repetía la frase de “alles wird gut” con el arcoiris, sino también daban las gracias. Además de los profesionales de la salúd, había agradecimientos a las personas que trabajan en los supermercados, a los policías y a los demás niños por quedarse en casa. Había también mensajes de ánimo para los países europeos que más mal lo están pasando en esta crisis: Itália, España y Francia. Criticaban al virus y lo echaban de su país, diciendo que lo querían lejos para estar de nuevo cerca de sus amigos y profesores.
En la guardería había también mensajes de profesoras y familias atados con globos a los árboles que se encuentran en la entrada, dando una imagen colorida intentando opacar lo triste de la situación. Todas las familias participan y los niños se alegran al ver el lugar tan bonito.
Esta manera de ver la crisis, como familias con niños y todo lo que conlleva, definitivamente ha hecho que todo sea más fácilmente relativizable, pues los niños nos dan una lección de adaptación y tolerancia a cada momento. Es una preciosidad ver cómo le dan luz a la vida en un momento oscuro.
