A partir de hoy, sábado, oficialmente no podemos salir de casa a ver a otras personas que no vivan en la misma casa, que no sean de la familia. Hay que mantener dos metros de distancia con las otras personas y no se puede ir a plazas, lugares de reunión, ni nada que no sea de vital importancia. No es un toque de queda, porque se puede salir por ejemplo a hacer deporte, pero con condiciones muy restrictivas. Las vida social está prohibida.
Hoy teníamos que salir a comprar un par de cosas, así que esposo se quedó con la nena en casa, durante la siesta y yo salí con el nene. Fuimos en auto a una droguería, un supermercado y un restaurante de comida rápida, por el drive thru por supuesto.
Hace ya días que no salía de casa, así que a pesar del día gris y lluvioso, tenía ilusión de cambiar de aires aunque sea por un momento. Era evidente la reducción drástica de autos circulando y no vi a nadie caminando. Los negocios cumplieron a rajatabla y ninguno, salvo restaurantes y droguerías, estaban abiertos. Básicamente si necesito zapatos o ropa, no hay posibilidad de conseguir nada que no sea online.
Quisiera decir que me sentí un poco liberada al salir por un rato, pero desafortunadamente fue todo lo contrario: tenía angustia de tocar, mirar, rozar, coger, tanto yo como él niño. Las personas miran con una mezcla de miedo y asco. No hay palabras amables que ayuden a acortar las distancias físicas, todos nos evitamos y además las barreras fisicas también ayudan a acrecentar esa sensación: marcas en el suelo que indican hasta donde debes llegar mientras hacer la fila, paneles transparentes en las cajas registradoras, avisos de mantener la distancia, etc.
También me sorprendió ver de nuevo vacías las estanterías donde está el papel higiénico, papel de cocina, harina y por supuesto desinfectantes, que por cierto no están disponibles hace bastantes semanas. Se supone que se están garantizando las reposiciones, así que o bien no es cierto, o bien la gente vuelve a desocupar todo tan pronto lo reabastecen. Me cuesta creer que exista ese egoísmo.
En cuanto a la nena, de su bronquitis está mucho mejor, pero creo que necesita salir, pues llora todo el tiempo, esta aburrida. A ver si mañana podemos dar un paseo por el campo y así cambia de ánimo. Mientras, el nene feliz con la educación en línea que puso a disposición el colegio. Además hoy llegó el mouse y lo estrenó tan pronto llegó. Eso lo mantiene ocupado.